Mas allá del triunfo de Gustavo Petro Urrego, que lo llevó a la Presidencia de la República por la voluntad de más de once millones doscientos mil votos, y lograr alzarse con las mayorías en 16 departamentos del país, en Arauca ocurrió un fenómeno que hay que analizar con detenimiento, ya que gran parte de la clase política perdió en esta región del país.
En la primera vuelta presidencial fue derrotado el Centro Democrático, el Partido Conservador, entre otras fuerzas que decidieron apoyar a Federico Gutiérrez, a quien no le alcanzó para la segunda vuelta presidencial, siendo superado por el ingeniero Rodolfo Hernández por cerca de un millón de votos y de Gustavo Petro por caso tres millones.
Ese 19 de junio, en la primera vuelta presidencial, Arauca fue sorprendida al conocerse los resultados donde Rodolfo Hernández logró 56 mil votos, doblando a Petro y sacándole una ventaja a Federico Gutiérrez de 44 mil votos. Este resultado fue, sin lugar a dudas, una muestra clara de que la voluntad popular no quería encasillarse ni en el uribismo, ni en el petrismo y menos en el continuismo de la clase política regional. Duro golpe a los políticos tradicionales, si se tiene en cuenta la forma como se realizó la campaña de Hernández.
Para la segunda vuelta presidencial, pese a los anuncios y decisión de varios líderes locales, incluyendo a los tres Representantes a la Cámara de apoyar al Candidato del Pacto Histórico, los resultados no fueron para nada favorables, tanto para los políticos tradicionales como para los recientemente electos congresistas. Esta vez, el candidato de la Liga de Gobernantes Anticorrupción logró 69.473, incrementando su caudal electoral en 16 mil votos y aventajando al electo presidente por más de 37 mil votos en el departamento.
Con este resultado y viendo el mapa electoral, de los siete municipios, únicamente ganó en Fortul la fórmula presidencial conformada por Gustavo Petro y Francia Márquez. Por estas razones se podría decir que hubo un triunfo con sabor agridulce por parte del Pacto Histórico y sus aliados en Arauca. Los electores se distanciaron enormemente de la política tradicional y de sus lideres desgastados. Quedó demostrado que el pueblo piensa totalmente distinto a los congresistas araucanos, quienes de ahora en adelante tendrán un reto adicional: cautivar nuevamente a sus electores, quienes mayormente quedaron desencantados por sus decisiones políticas, sin tan siquiera haberse posesionado en sus cargos.
La preocupación no es menor, algunos ya están “ensillando sin tener las bestias”. A pocas horas del triunfo de Gustavo Petro, ya se escucha y se intentan mostrar candidatos a la gobernación y a las alcaldías, producto de supuestos pactos donde se repartirían milimétricamente el poder en Arauca. Sin embargo, los electores con este resultado en la segunda vuelta presidencial, demostraron que nada está escrito y que el pueblo es el que manda. Arauca despertó.