Luego de que la Sala de Reconocimiento de Verdad de la Jurisdicción Especial para la Paz imputara los crímenes de guerra y de lesa humanidad a siete exintegrantes del Bloque Noroccidental de las Farc por los secuestros perpetrados en Antioquia, norte del Chocó, sur de Córdoba, Caldas y Risaralda.
Según la JEP estos exguerrilleros son máximos responsables regionales de estos delitos. Recordemos que el Bloque Noroccidental de las antiguas Farc es responsable del 25% de los secuestros del país.
Con esta aceptación por escrito, el paso siguiente será reconocer frente a las víctimas, en audiencia pública, su responsabilidad por liderar la ejecución de la política de secuestro que ordenó el Secretariado de la antigua guerrilla de las Farc.
¿Quiénes fueron los guerrilleros que aceptaron su responsabilidad por los secuestros?
Luis Óscar Úsuga, alias ‘Isaías Trujillo’ o ‘El Viejo’. Fue el comandante del Bloque Noroccidental.
Jesús Mario Arenas, alias ‘Marcos Urbano’, lideró el Frente Urbano Jacobo Arenas.
Rodolfo Ruiz Restrepo, alias ‘Víctor Tirado’, fue comandante del Frente 57 de la antigua guerrilla de las Farc.
Pedro Baracutao, fue el comandante del Frente 34 de las antiguas Farc.
Martín Cruz Vega, alias ‘Rubín Morro’, lideró el frente Aurelio Rodríguez.
Ovidio Antonio Mesa Ospina, alias ‘Anderson’ o ‘Carranza’, comando el Frente Aureliano Rodríguez y el Frente 36.
Jhoverman Sánchez Arroyave, alias ‘Rubén Cano’ o ‘Manteco’, estuvo encargado de las milicias y lideró el Frente 58 de las antiguas Farc.
Según la investigación adelantada por la Jurisdicción Especial para la Paz este Bloque Noroccidental perpetró otros delitos en medio de los secuestros como desaparición forzada, homicidio, violencia sexual, atentados a la dignidad personal, tortura y tratos crueles e inhumanos y desplazamientos forzados.
Este bloque de las antiguas Farc secuestró para forzar el intercambio por guerrilleros presos, financiarse y controlar territorios. Desde 1993 tuvo dos misiones: Controlar territorios de Medellín, Urabá y la frontera con Panamá, para llegar al poder dominando Bogotá y conseguir 2 millones de dólares anuales para financiar a toda la guerrilla de las Farc, para lograrlo secuestraron y extorsionaron, también se valieron del narcotráfico.