A la capital de la república, en vuelo comercial, fue trasladado ayer el cuerpo del subintendente de la Policía Nacional, Richard Toledo, adscrito a la Sijín de Arauca.
El uniformado, experto en desactivación de explosivos falleció el domingo pasado en las primeras horas de la noche al interior de la estación de Policía de esta ciudad al registrarse un accidente justamente con un artefacto explosivo que provocó además lesiones menores en la humanidad del patrullero William Cáceres y daños en las instalaciones locativas de esa unidad de la estación de Policía.
Toledo de 28 años de edad, casado y padres de dos niños, era natural de la ciudad de Bogotá y desde hacía veinte días disfrutaba de su nuevo cargo en la institución policial, según se dijo en fuentes de la Policía.
Trascendió de otro lado que el patrullero Cáceres fue dado de alta ayer en el transcurso de la mañana luego de pasar la noche de domingo en el Hospital San Vicente y de ser valorado por el cuerpo médico que consideró que podría recuperarse en su sitio de residencia.
El comando departamental de Policía avanza en las investigaciones y para establecer con exactitud el origen de lo ocurrido y dar el parte a la dirección nacional de la Institución y a los medios que han hecho seguimiento al caso que enluta a la Policía en Arauca.