El mundo lamenta hoy el conflicto entre Rusia y Ucrania, que ha afectado a más de 2.000 civiles ucranianos, entre muertos y heridos, por los bombardeos y ataques de tropas rusas, que se centran cada día más en derrumbar el Gobierno de Volodimir Zelenski, para conseguir el control sobre ciudades tan importantes como Kiev o Járkov, la segunda urbe más poblada del país.
Durante los 11 días de guerra, desde el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, se ha informado de un balance provisional de civiles fallecidos de más de 1.100, entre ellos 15 niños.
El balance de tropas ucranianas afectadas ya supera las 11.000 muertes, por los constantes bombardeos que han destruido cientos de infraestructuras de transporte, viviendas, hospitales y guarderías.
Por su parte, los soldados rusos también se han visto afectados por el conflicto, pues a la fecha en más de 11.000 fueron estimadas las bajas de soldados de este país, además de la destrucción de un total de 290 tanques enemigos, 46 aviones y 68 helicópteros.
La mayoría de estas víctimas fueron causadas por el uso de armas explosivas con un área de impacto amplio, por lo que a 1.735.068 asciende el número de refugiados que huyeron de la guerra de Ucrania.
