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Endurecen controles para comercializar tapabocas por baja calidad 



Nadie en el mundo, por supuesto tampoco en Colombia, tiene duda sobre la importancia de usar siempre tapabocas, como protección contra el coronavirus. Al comienzo del año, cuando empezaron las medidas de control por la pandemia, el problema era garantizar el acceso a esos insumos, hoy la preocupación es otra: cómo garantizar su calidad y sus condiciones sanitarias, así como, lo más importante, la forma como son comercializados en las calles. 

La preocupación la puso de presente el procurador delegado de salud de la Procuraduría General, Gelman Rodríguez, quien les hizo un llamado al gobierno en general, y al Invima en particular, para que entregaran información suficiente sobre la importación y fabricación de tapabocas en el país.

En marzo, el Ministerio de Salud y Protección Social, mediante la resolución 0522, consideró necesario eliminar requisitos para la importación y fabricación de dispositivos médicos, como, por ejemplo, los tapabocas; por eso los declaró como “vitales no disponibles, requeridos para la prevención, diagnóstico y tratamiento del Covid-19”.

En el reciente requerimiento, el procurador delegado dice que en marzo era necesaria esa flexibilización, pero que hoy hay una preocupación sanitaria con los tapabocas: “Es necesario visitar los depósitos para verificar su adecuado almacenamiento y las condiciones en las que se vienen comercializando y, desde luego, para que (el Invima) haga verificación técnica de esos tapabocas”.

El pasado 19 de octubre, el Invima le respondió al procurador delegado, entregando la que, en su concepto era la información adecuada. Pero Rodríguez no lo cree así: “Ahí me dice el Invima: ‘sí, ya empecé a hacer unas actividades, he hecho algunas visitas, he encontrado ya algunas inconsistencias en algunos productos’, pero no encuentro que haya un plan para validar lo que ya entró al país sin ningún tipo de exigencia regular”.

Gelman Rodríguez señaló, además, que el registro que dio el Invima fue sobre la cuantificación y origen de los productos: “pero como no tienen registro sanitario ni certificación, no hay validación técnica de cumplimiento de requisitos, en un elemento tan necesario en este momento para seguir controlando la pandemia como el tapabocas”. En otras palabras, lo que dice la Procuraduría es que los tapabocas han llegado legalmente al país, pero no hay una manera 100% segura de saber si sirven o no para controlar la epidemia.

El documento del Invima señala en uno de los conceptos que: “los tapabocas con indicación de uso para la prevención o protección de la vía aérea contra microorganismos generados en la atención hospitalaria o aquellos de uso médico, tienen clasificación de riesgo 1 y requieren registro sanitario para su fabricación, importación y comercialización”.

También reportaron que, en atención a las denuncias enviadas al Grupo Unidad de Reacción Inmediata de la secretaria del Invima por incumplimiento de la norma de la comercialización de tapabocas, se suspendieron 8 publicaciones de mercado libre, se reportaron 3 perfiles de Facebook, se generaron diferentes solicitudes de inspección y vigilancia a secretarias de salud. Es decir que a los tapabocas más costosos y tecnificados sí se les puede verificar su calidad, pero no a los que usamos la mayoría de colombianos.

Solo en abril ingresaron 126 mil millones de tapabocas, según cifras de la Procuraduría, cantidad necesaria para atender la emergencia sanitaria: “Por lo tanto hoy es necesario establecer unas reglas para garantizar, insistimos, que esos tapabocas cumplan con unas condiciones adecuadas de comercialización y que se regule la comercialización en las calles”, enfatizó el procurador delegado.


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