Puerto Jordán vive nuevamente una emergencia sanitaria
Lo denunció la comunidad y la misma dirigencia comuna. Se van a completar hace ocho días que las bombas que permiten el bombeo de las aguas del alcantarillado sanitarias dejaron de funcionar, por lo que se viene presentando el rebosamiento de los pozos y las alcantarillas, cuyas aguas corren por las calles generando un foco de contaminación.
Así lo dio a conocer al periodismo de Noticias Caracol de La Voz del Cinaruco, Fabio Lozada, habitante del centro poblado de Puerto Jordán, quien hizo el llamado a los entes de control y la misma empresa de servicios públicos del municipio de Arauquita, quien reveló que de las tres bombas de la estación, dos están fuera de servicio.
Son los habitantes de Puerto Jordán quienes están llevando la peor parte con esta emergencia sanitaria. La no determinación de los límites de esta población, en una disputa e intereses políticos entre las administraciones de Arauquita y Tame, no les ha permitido una inversión seria para buscarle una solución a esta problemática, señaló el denunciante, Fabio Lozada.
Una comunicación realizada con la administración de Arauquita, en cabeza de Blanca Gómez, encargada de la empresa de servicios públicos, le expuso a la comunidad de Puerto Jordán que no podían hacer nada porque los recursos por el orden de los 980 millones de pesos dispuestos para la adecuación de las fase dos del alcantarillado fueron destinados a la Empresa Cumare, quien la tiene una fiduciaria que tiene que cumplir una serie de procesos para el desembolso de los recursos y poderle pagar al contratista para poder retomar este proyecto.
Reveló el denunciante que esta nueva problemática, que la interventoría del contrato, manejado por el señor Iván Lizarazo, encargado del proyecto de esta segunda etapa que desde hace seis meses asumieron la emergencia sanitaria presentada con un plan de contingencia que se había acordado con la gobernación de Arauca que no estaba contemplado dentro del contrato, pero que esta ha incumplido desde un principio con los acuerdos a los que se llegaron para levantar las vías de hecho que realizaron los habitantes y la misma dirigencia comunal que obligó la presencia del propio gobernador, Ricardo Alvarado Bestene, de su Secretaria de Gobierno y Seguridad Ciudadana, Mercedes Rincón Espinel, como los mismos representantes del ministerio público, como la Contraloría Departamental.
En la actualidad, explicó el señor Fabio Lozada, que los pozos de esta estación de servicio requiere de las limpiezas de los lodos que se han ido quedando con el paso de los meses, lo que nuevamente originó el rebosamiento de los pozos, haciendo que las aguas residuales se estén regando en las calles de los barrios La Esperanza y Porvenir, como el Puesto de Salud, el Colegio y el Hogar de Paso, donde no se ha permitido el bombeo de las aguas residuales, afectándose cerca del 50% de la población, situación que está ocasionando enfermedades en niños, jóvenes y ancianos.
La dirigencia comunal y las misma personas expusieron esta problemática al alcalde del municipio de Tame, Hernán Darío Camacho Sarmiento, quien también les manifestó que no podía hacer nada, argumentando que la atención y solución la tiene que brindar el municipio de Arauquita, de acuerdo a como lo manifiesta el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, al no contar esta población con los límites definitivos, haciendo que la peor parte la esté llevando la comunidad de Puerto Jordán.
La comunidad está pidiendo el giro de los recursos por parte de la Empresa Cumare para pagarle al contratista y así poder comprar las bombas que se requieren, las que deben tener un proceso de importación que puede demorar un mes, por lo que los habitantes le están exigiendo a la Empresa Municipal de Servicios Públicos del municipio de Arauquita una solución pronta a esta emergencia sanitaria que va a cumplir ocho días.
La comunidad y la dirigencia comunal no descartan nuevamente irse a las vías de hecho, como única vía de solución a este problema y exigirle al gobierno departamental el cumplimiento de los compromisos adquiridos, porque el decir de los habitantes fue que el gobierno departamental se comprometió a adicionar los recursos para que el contratista que venía haciendo los trabajos los continuara, pero se ha convertido en una “mamadera de gallo”, por parte de la administración regional.