Noticias

Ruido en establecimientos comerciales acabó con tranquilidad de sector residencial



Desde hace tres años aproximadamente se acabó la tranquilidad en la calle 17 con carrera 24 donde un grupo de comerciantes ubicaron ocho establecimientos de rumba, lo que acabó con la tranquilidad del sector y la paciencia de sus residentes.

Un grupo de ciudadanos de este sector residencial donde hoy están instalados estos establecimientos dicen que no aguantan más, que no hay efectividad de las autoridades de policía y mucho menos de la alcaldía de Arauca.

Ante esta problemática, la administración municipal señaló en una comunicación que el pasado viernes 29 de julio las entidades que integran la Inspección de Vigilancia y Control a establecimientos comerciales, industriales y de servicio practicaron una visita a los locales comerciales nocturnos de la carrera 24 y de los alrededores del Centro Administrativo CAM de la alcaldía con el fin de verificar la legalidad en lo que se refiera a documentación que los acredita para su normal funcionamiento.

El compromiso que hizo la administración municipal desde esa fecha, 29 de julio era que a más tardar en quince días volverían al sector en asocio con los funcionarios de la Oficina Asesora de Planeación Municipal, la Secretaría de Gobierno y la policía ambiental y ecológica para efectuar la medición de los decibeles o el alto volumen a cada uno de los establecimientos  y continuar con esta medida por lo menos cada ocho días hasta concluir con sancionar respectivamente a los propietarios de estos negocios que presentan esta contravención pero a la fecha no se ha vuelto a realizar el ejercicio de seguimiento.

De esa misma se acordó que los propietarios tenían que guardar en sus establecimientos sus auto parlantes y acomodárselos de manera que no se propague el sonido hacia el exterior, pero no han acogido dicha propuesta, como tampoco se ha medido y demarcado con pintura los andenes con el fin de defnir hasta donde estos espacios pueden ser ocupados por los propietarios de negocios y lo que deben dejar descubierto para la libre locomoción de ppeatones y del tránsito vehicular en general, algo que tampoco se ha realizado por la falta de un compromiso serio de la administración como del comité de seguimiento a estos establecimientos.

Lo cierto de todo esto, es que los residentes del sector están indignados, dicen que esas ocho cantinas trabajan de lunes a lunes, compiten con el volumen, no respetan a los habitantes donde hay personas enfermas, menores de edad que madrugan a los establecimientos educativos y amanecen trasnochados y familias arraigadas desde hace muchos años.

Los habitantes también reclaman mayor efectividad de las autoridades de policía, porque llaman a la línea 123, se comunican con los patrulleros del cuadrante pero no realizan el trabajo correspondiente de hacer el respectivo llamado de atención a los propietarios de los establecimientos para que respeten el nivel permitido de decibeles o volumen en cada local.

Insisten que los dueños o administradores de los establecimientos sacan los parlantes a la calle lo que genera todos estos inconvenientes, convirtiendo este sector residencia en una “Sodoma y Gomorra” y que de nada ha servido las múltiples cartas de peticiones que se le han llevado a la administración municipal para que busque una solución definitiva.


Compartir en redes sociales


slideactive: